ROCES DIPLOMÁTICOS ENTRE PERÚ Y BOLIVIA

Responde el Dr. Agustín Saavedra Weise (*)
Revista LEX en fecha 08-08-2008

1.- ¿Cómo observa los roces diplomáticos entre Perú y Bolivia?
Las expresiones del presidente boliviano Evo Morales con respecto a temas internos peruanos fueron -como es sabido-, las que precipitaron los roces del momento. Esto ha sido ya denunciado oficialmente ante la Organización de Estados Americanos (OEA) por la Cancillería peruana. Es lamentable lo sucedido. El principio de no intervención forma parte del mundo creado por el Tratado de Westphalia desde 1648, el que –ya en esa época- reconoció claramente los principios de soberanía y de no ingerencia en los asuntos internos de otros estados nacionales. Inclusive, ese mismo principio forma parte de instrumentos internacionales contemporáneos, tales como la Carta de la OEA.

2.- ¿Qué opinión le merece que las declaraciones de ambos mandatarios de Estado hayan trascendido al ámbito personal (para Evo Morales sobre su sexualidad y para Alan García sobre su integridad moral)?
Creo que hay que evitar roces de ese tipo, los que lamentablemente dan posibilidad a una escalada verbal e inclusive, por lo visto, llegar a alusiones personales. Prefiero no hacer más comentarios en este punto.

3.- ¿Cómo observa el rol de Bolivia al mando de la Comunidad Andina de Naciones?
Bolivia no cumple ningún rol útil ni protagónico en la CAN, salvo el de representar los designios políticos de Hugo Chávez y oponerse sistemáticamente a un tratado de Libre Comercio (TLC) de la CAN con la Unión Europea (UE).
La CAN agoniza y, en su momento, deberá recordarse que Venezuela fue quien le propinó un duro y primer golpe (casi letal) al abandonar abruptamente este esquema integracionista.
Las exportaciones de Bolivia a los miembros de la CAN y que suman centenares de millones de dólares -especialmente los provenientes de las oleaginosas- podrán verse seriamente perjudicadas, sobre todo si se acelera el deterioro de los ya endebles vínculos de Bolivia con la CAN.
Creo que hay que evitar roces de ese tipo, los que lamentablemente dan posibilidad a una escalada verbal e inclusive, por lo visto, llegar a alusiones personales. Prefiero no hacer más comentarios en este punto.

4.- ¿Por qué se considera que Bolivia se inmiscuyó en los asuntos internos peruanos por tratarse de potenciales bases militares de EE.UU. en Perú? ¿Comparte este criterio?
Hasta el momento, no hay evidencias ciertas de que EEUU esté construyendo bases militares en territorio peruano y en el caso de ocurrir, es un problema interno del Perú, el que solamente podrá trascender al plano externo si el propio Perú así lo solicita.
No comparto criterios de “continentalidad” personales o subjetivos, vengan de quien vengan. Ellos eventualmente podrán tener valor si se manifiestan explícitamente mediante instrumentos de la comunidad hemisférica (OEA) o de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), no de ninguna otra manera.

5.- ¿Qué perjuicios puede traer una ruptura de relaciones diplomática con Perú?
Como viejo diplomático, me gusta siempre dejar una ventana abierta para retomar el diálogo. Espero sinceramente que no se llegue a una decisión de ese tipo. El vínculo estructural e histórico de Bolivia con el Perú y viceversa, es mucho más fuerte que algunas fintas verbales entre sus ocasionales mandatarios.

6.- ¿Qué opinión tiene sobre la virtual expulsión de USAID de Bolivia?
Preocupante. Es parte de la escalada demagógica e ideológica de Evo Morales contra el gobierno estadounidense. Además, sospechosamente se pidió la expulsión de USAID del Chapare, centro productor de hojas de coca potencialmente orientadas hacia la producción de narcóticos. Veremos que acontece en el futuro próximo antes de emitir mayores juicios, pero es un hecho que Bolivia está arriesgando, por estas actitudes del gobierno, nada menos que 125 millones de dólares anuales de asistencia norteamericana, monto que mayoritariamente se distribuye mediante la agencia de cooperación USAID.

7.- ¿Afectan los roces entre Perú y Bolivia al tema marítimo?
Podrían afectarlo significativamente. Recuérdese que el Protocolo Complementario al Tratado de Lima del 3 de junio de 1929 reza textualemte en su artículo primero lo siguiente: Los Gobiernos del Perú y de Chile no podrán, sin previo acuerdo entre ellos, ceder a una tercera potencia la totalidad o parte de los territorios que, en conformidad al Tratado de esta misma fecha, quedan bajo sus respectivas soberanías, ni podrán, sin ese requisito, construir, a través de ellos, nuevas líneas férreas internacionales.
Una predisposición favorable del Perú para eventualmente lograr en el futuro un acuerdo previo con Chile que le otorgue a Bolivia una salida oceánica, es fundamental, sobre todo si el día de mañana se nos vuelve a ofrecer un Corredor al norte de Arica y a lo largo de la frontera chileno-peruana o, en su defecto, otra potencial salida al mar por territorios que otrora fueron peruanos. Por tanto y más allá de lo estructural y de lo histórico en la relación bilateral, el interés nacional boliviano aconseja extrema prudencia en nuestro trato con el Perú, prudencia que con preocupación vemos se ha estado dejando de lado.

8.- En el hipotético caso de un rompimiento, en qué queda el tema del Puerto de Ilo?
El puerto de Ilo (y su Zona Franca) es una de las alternativas con que cuenta Bolivia en materia de facilidades portuarias, como también lo es Matarani y lo son puertos chilenos sobre el Pacífico, tales como Iquique, Antofagasta y Arica. Prefiero no especular sobre un rompimiento boliviano-peruano, repito, no creo que se llegue a esa extrema medida.

9.- ¿Cuál debería ser la solución al problema?
No hay que proseguir la escalada, hay que darle paso al tiempo y a la prudencia mutua. Dejar que la vieja diplomacia y los negocios bilaterales tomen el lugar protagónico que les corresponde, en lugar de los duelos verbales entre Alan García y Evo Morales, creo que representará el camino más apropiado para ir recomponiendo los tradicionales vínculos de amistad entre Bolivia y Perú. Es mucho más lo que une que lo que divide a ambas naciones. Confío en que primen los sólidos entendimientos constructivos por encima de los fatuos antagonismos de la hora presente.

10.- ¿Algo más que desee agregar?
En diplomacia es fundamental la discreción. No debe olvidarse que las palabras de un Jefe de Estado en el contexto internacional pueden generar situaciones políticas de consecuencias hasta jurídicas, tal como lo señalan varios fallos al respecto de la Corte Internacional de Justicia. Consecuentemente, sugiero que el presidente Evo Morales sea más discreto en el futuro en temas externos o se haga asesorar debidamente. Asimismo, confío en que situaciones similares no se repitan en el futuro inmediato, ni con Perú, ni con ningún otro miembro de la comunidad internacional.

 

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